El mindful eating o alimentación consciente es una tendencia muy actual, cada vez más arraigada entre las costumbres alimentarias de la sociedad. Tiene su origen en el mindfulness, cuya finalidad es disminuir el estrés y la ansiedad.
El mindful eating consiste en relacionarse de una manera sana y mental con la comida. No se trata de una dieta, sino en realidad un estilo de vida con el objetivo de conocer tus necesidades fisiológicas y emocionales, de modo que sepas diferenciar el hambre psicológico del fisiológico.
Pero el mindful eating, tiene en cuenta infinidad de aspectos relacionados con la alimentación, no sólo la calidad de los alimentos que nos permitan aprovecha al máximo su potencial, sino también la información sobre la procedencia de los productos que compramos, hasta su aporte a la sostenibilidad de la tierra, pasando por sus cualidades nutricionales o las herramientas empleadas para su mejor cocinado.
El mindful eating también nos aconseja que aprovechemos al máximo la comida, lo cual nos permitirá conocernos mejor, para saber qué es lo que nos provoca ilusión, si estamos en un momento de felicidad, si estamos pensando demasiado en alguna cosa, etc. El acto de comer debe tomarse como una señal para conocer cómo nos encontramos en diferentes aspectos de nuestra vida.
7 consejos para llevar una alimentación consciente
- Beber agua antes de comer: si tomas un vaso de agua antes de comer, te ayuda a reducir la ansiedad ya que aumenta la sensación de estar lleno.
- Intenta reservar siempre un tiempo para comer sentado y de forma tranquila de forma que puede saborear la comida y al mismo tiempo concentrarte en tu alimentación comiendo sólo que necesitas. En ocasiones, al estar en sitios ruidosos ingerimos más de la cuenta.
- Come cuando tengas hambre. Es común sentarnos a comer por costumbre o por horario, sin embargo, deberíamos pararnos a pensar si tenemos hambre o no.
- Mastica despacio disfrutando de la comida y saboreando, lo que nos ayudará además a facilitar la digestión, pues al enviar la comida bien triturada, el proceso se hace más ligero. Además, al masticar tranquilamente podemos prestar más atención a las texturas y sabores de los alimentos, permitiéndonos disfrutar mucho de la comida, sobre todo cuando se trata de un plato que nos gusta mucho.
- Comer de todo: es imprescindible comer de forma variada y responsable para responder a las necesidades de tu cuerpo con todos los nutrientes necesarios.
- Hay que saber parar, no es lo mismo estar saciado que estar lleno. Al haber comido más de la cuenta, te sientes lleno y en ocasiones incómodo y pesado. Comer bien no significa comer hasta llenarse o hasta acabar toda la comida que nos hayamos echado en el plato. Es importante no llegar a tener la sensación de hartazgo o hinchazón. Lo que se recomienda con el mindful eating es dejar de comer cuando comencemos a notar que estamos llenos.
- Come con calma, cuando comemos rápido, solemos ingerir más comida de la necesaria. Es importante comer de manera pausada, respirando tranquilamente entre bocado y bocado, y buscando una armonía y dinamismo adecuado, sin prisa, pero sin pausa, pero evitando tragar aire junto a los alimentos porque producirá gases.
No hay que acabarse todo lo que haya en el plato de forma obligatoria, debemos aprender a reconocer y respetar los mensajes que nos envía nuestro cuerpo. Además, no acabar toda la comida no significa que la tengamos que tirar, podremos comerla más tarde en otra comida.
Todo esto, hace que el mindful eating nos ayude no sólo a reducir el estrés, sino también a aumentar el placer de comer y reducir el picoteo entre horas y por encima de todo, mejorar nuestra salud y nuestro humor.
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